Santa Bárbara vivió los primeros tiempos de la cristiandad en el siglo III en Asia Menor y sufrió por sus creencias. Santa Bárbara nació en Nicomedia, Anatolia (actual Turquía) a comienzos del siglo III. Era una bella joven, hija de un hombre rico, celoso, de mal corazón y enemigo además del cristianismo llamado Dióscoro.
Según cuenta la historia, Dióscoro, que era pagano, temeroso de las ideas cristianas de su hija, la encerró en lo alto de una torre, para evitar que en su ausencia en sus viajes, los hombres la sedujeran y poder casarla posteriormente de acuerdo a su conveniencia. Durante la ausencia de su padre, Bárbara abrazó la fe cristiana y se bautizó. Dióscoro enfurecido la llevo a los tribunales para obligarla a la apostasía. Al no conseguirlo, le infligió toda clase de maltratos y torturas hasta terminar decapitándola personalmente con una espada en la cima de una montaña, tras lo cual un rayo lo alcanzó, dándole muerte también.
Su festividad se celebra hoy, día 4 de diciembre, a pesar de que fue ‘jubilada’ del santoral católico en 1969 por el Concilio Vaticano II al considerar que no había suficientes pruebas documentales que justificaran su ‘Hoja de Servicios’ como tal. Pero la realidad es que Santa Bárbara es una de las santas cristianas más populares y de mayor devoción para católicos, protestantes y ortodoxos. Y ello se aprecia, entre otras razones, por la advocación de numerosas profesiones que se acogen a su patronazgo, casi unánimemente a nivel mundial. Entre ellas podemos citar a los mineros, ingenieros de minas, a cuantos trabajan en la preparación de explosivos o la fabricación de armas de fuego (ingenieros politécnicos en su rama de armamento), la marina italiana, diferentes cuerpos de bomberos (en Europa e Iberoamerica) así como la casi totalidad de los artilleros del mundo cristiano e incluso de algunos países musulmanes.
Según cuenta la historia, Dióscoro, que era pagano, temeroso de las ideas cristianas de su hija, la encerró en lo alto de una torre, para evitar que en su ausencia en sus viajes, los hombres la sedujeran y poder casarla posteriormente de acuerdo a su conveniencia. Durante la ausencia de su padre, Bárbara abrazó la fe cristiana y se bautizó. Dióscoro enfurecido la llevo a los tribunales para obligarla a la apostasía. Al no conseguirlo, le infligió toda clase de maltratos y torturas hasta terminar decapitándola personalmente con una espada en la cima de una montaña, tras lo cual un rayo lo alcanzó, dándole muerte también.
Su festividad se celebra hoy, día 4 de diciembre, a pesar de que fue ‘jubilada’ del santoral católico en 1969 por el Concilio Vaticano II al considerar que no había suficientes pruebas documentales que justificaran su ‘Hoja de Servicios’ como tal. Pero la realidad es que Santa Bárbara es una de las santas cristianas más populares y de mayor devoción para católicos, protestantes y ortodoxos. Y ello se aprecia, entre otras razones, por la advocación de numerosas profesiones que se acogen a su patronazgo, casi unánimemente a nivel mundial. Entre ellas podemos citar a los mineros, ingenieros de minas, a cuantos trabajan en la preparación de explosivos o la fabricación de armas de fuego (ingenieros politécnicos en su rama de armamento), la marina italiana, diferentes cuerpos de bomberos (en Europa e Iberoamerica) así como la casi totalidad de los artilleros del mundo cristiano e incluso de algunos países musulmanes.
El padre carmelita Claudio de San José narraba que el sepulcro de Santa Bárbara era venerado por fieles quienes reportaban curaciones milagrosas. Su fama era muy reconocida en el siglo VIII y de este modo empezaron a llevarse sus reliquias hasta que fueron trasladadas a Constantinopla y después a Venecia. Su culto fue confirmado por san Pío V en 1568 y se convirtió en uno de los 14 Santos Auxiliadores de la Iglesia Católica (grupo de catorce santos reputados por haber sido particularmente eficaces al responder a las invocaciones que les dirigen los fieles).
El cuerpo de Santa Bárbara está muy fragmentado y repartido al ser trofeo disputado entre católicos y ortodoxos y botín de saqueo durante las Cruzadas. Hay una gran parte de sus restos en Burano (Venecia, Italia), otra parte está en la catedral ortodoxa de Kiev (Ucrania), y otros restos se encuentran en la llamada Cripta de Santa Bárbara en Rieti (Italia).
El cuerpo de Santa Bárbara está muy fragmentado y repartido al ser trofeo disputado entre católicos y ortodoxos y botín de saqueo durante las Cruzadas. Hay una gran parte de sus restos en Burano (Venecia, Italia), otra parte está en la catedral ortodoxa de Kiev (Ucrania), y otros restos se encuentran en la llamada Cripta de Santa Bárbara en Rieti (Italia).
Un total de once localidades de la diócesis de Valencia celebran mañana la festividad litúrgica de Santa Bárbara con misas y distintas actividades. De hecho, la localidad de Moncada rendirá homenaje a su patrona, Santa Barbara, con una peregrinación a su ermita, en la que se llevará en procesión su imagen y su reliquia (una falange). Junto a Moncada, otras diez poblaciones veneran también a la santa como patrona. Así, Alfara del Patriarca, Benidoleig, Benifaió, Casinos, Catadau, Chulilla, Faura, Higueruelas, Macastre, y Piles celebrarán la festividad a santa Bárbara con misas. Igualmente, otras parroquias como las de Beniparrell, Rocafort, Carcaixent, Castelló de la Ribera y Mas del Olmo, de la que Santa Barbara es titular, también organizarán celebraciones en su honor.
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