Jacent Penumbra

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martes, 30 de julio de 2019

CONOCIENDO A NUESTROS SANTOS: SAN IGNACIO DE LOYOLA (31 julio 2019)

Íñigo López de Recalde (Loyola, Guipúzcoa, 1491 - Roma, 1556) Fundador de la Compañía de Jesús. Su primera dedicación fueron las armas, siguiendo la tradición familiar. Sin embargo, tras resultar gravemente herido en la defensa de Pamplona contra los franceses (1521), cambió por completo de orientación: la lectura de libros piadosos durante su convalecencia le decidió a consagrarse a la religión.
Se retiró inicialmente a hacer penitencia y oración en Montserrat y Manresa, donde empezó a elaborar el método ascético de los Ejercicios espirituales (1522). Luego peregrinó a los Santos Lugares de Palestina (1523). De regreso a España comenzó a estudiar (ya con 33 años y para poder afrontar mejor su proyecto de apostolado) en las universidades de Alcalá de Henares, Salamanca y París.
Las primeras actividades de San Ignacio de Loyola difundiendo el método de los ejercicios espirituales le hicieron sospechoso de heterodoxia (asimilado a los «alumbrados» o a los seguidores de Erasmo de Rotterdam): en Castilla fue procesado, se le prohibió la predicación (1524) y hubo de interrumpir sus estudios.
En cambio en París (1528-34), donde se graduó como maestro en Artes (aunque no terminó los estudios de Teología), San Ignacio de Loyola consiguió reunir un grupo de seis compañeros a los que comunicó sus ideas y con los que sembró el germen de la Compañía de Jesús, haciendo juntos votos de pobreza y apostolado en la Cueva de Montmartre. Ante la imposibilidad de marchar a hacer vida religiosa en Palestina, por la guerra contra los turcos, se ofrecieron al papa Pablo III, quien les ordenó sacerdotes (1537).
En los años siguientes se dedicaron al apostolado, la enseñanza, el cuidado de enfermos y la definición de una nueva orden religiosa, la Compañía de Jesús, cuyos estatutos aprobó el papa en 1540; San Ignacio de Loyola, cuyo fervor y energía inspiraban al grupo, fue elegido por unanimidad su primer general.
   La Compañía reproducía la estructura militar en la que Ignacio había sido educado, pero al servicio de la propagación de la fe católica, amenazada en Europa por las predicaciones de Lutero, que habían puesto en marcha la Reforma protestante. Las Constituciones que Ignacio le dio en 1547-50 la configuraron como una orden moderna y pragmática, concebida racionalmente, disciplinada y ligada al papa, para el cual resultaría un instrumento de gran eficacia en la «reconquista» de la sociedad por la Iglesia en la época de la Contrarreforma católica.
   Aquejado de graves problemas de salud, San Ignacio de Loyola alcanzó a ver, sin embargo, en sus últimos años de vida, la expansión de la Compañía por Europa y América, con una fuerte presencia en la educación de la juventud y en el debate intelectual, en el apostolado y en la actividad misionera (destacando la labor en Asia de San Francisco Javier). Muerto Ignacio, le sucedió como general de los jesuitas su más estrecho colaborador, el castellano Diego Laínez. Fue canonizado en 1622 por Gregorio XV.
                                                      ¿Que es un jesuita?

viernes, 26 de julio de 2019

CONOCIENDO A NUESTROS SANTOS: SAN JOAQUIN, SANTA ANA (26 julio 2019)

Joaquín y Ana son dos nombres llenos de grandeza a los ojos de Dios, grandeza que se esconde en la sencillez y la humildad. Dos nombres con un sentido maravilloso y providencial. Joaquín significa preparación del Señor, trabajo y constancia.  Ana "la Madre de la Mejor", como la llama Lope de Vega en el título de una comedia, quiere decir amor y plegaria.
Joaquín y Ana se acercaban al ocaso de la vida sin descendencia. Pero seguían rezando y porfiando al Señor. Su esperanza se mantenía incólume.
Por otra parte Israel esperaba la llegada del Redentor. Durante largos siglos Dios había preparado su venida por medio de los profetas y patriarcas y Ana presiente que la llegada del Redentor está cerca. Ora intensamente para acelerar su venida. Pero al mismo tiempo está triste, porque se ve envejecer en la esterilidad.
Las oraciones de Ana fueron escuchadas. Un ángel -según algunos el mismo de la Anunciación- se aparece a Ana en la Puerta Dorada del templo y le profetiza el nacimiento de una Niña que se llamará María y será la predilecta del Señor. "Oh bellísima Niña, dice San Juan Damasceno, benditas las entrañas y el vientre de los que saliste".
En el seno estéril de Ana germinó la plenitud de la gracia. En sus entrañas se realizó el sublime misterio de la Concepción Inmaculada de María "prodigio de prodigios y abismo de milagros", dice el Damascebo. 
Todos los antiguos anhelos se habían condensado en Joaquín y Ana, en ellos se iban a cumplir las promesas. Fueron los padres dichosos de la niña María, que Dios luego la haría su Madre y nuestra Madre.
De Joaquín y Ana podemos decir que si Dios los escogió para una obra tan admirable, grandes tuvieron que ser aquellos dos corazones. Si habían de educar a la que Dios escogía como Madre de su Hijo, cuánta dulzura, bondad y hermosura habría en aquellas almas. Pues habían sido destinados por Dios para ser los padres de una Niña sin par, no sólo sin mácula, sino llena de gracia "la llena de gracia", la bendita entre las mujeres, la Hermosa, la Agraciada, María "lugar alto en donde habita Dios".
El culto a San Joaquín es más reciente. Pero el culto a Santa Ana es muy antiguo. En Jerusalén está la iglesia de Santa Ana, cerca del templo. Allí vivían, según la tradición, Joaquín y Ana. Y, según la opinión de muchos Padres, ahí nació la Aurora de nuestra salvación, la Virgen María.
                                  Seforis: ciudad de nacimiento de Santa Ana 

CONOCIENDO A NUESTROS SANTOS: SANTIAGO EL MAYOR (25 julio 2019)

El Apóstol Santiago, patrón de España y evangelizador del norte de la Península Ibérica

   En la Biblia se alude habitualmente a él bajo el nombre de Jacobo, término que pasó al latín como Iacobus y derivó en nombres como Iago, Tiago y Santiago (Sanctus Iacobus). Santiago de Zebedeo o Santiago el Mayor fue uno de los primeros discípulos en morir por Jesús. Miembro de una familia de pescadores, hermano de Juan Evangelista -ambos apodados Boanerges (‘Hijos del Trueno’), por sus temperamentos impulsivos- y uno de los tres discípulos más cercanos a Jesucristo, el apóstol Santiago no solo estuvo presente en dos de los momentos más importantes de la vida de Jesús: a) la transfiguración en el monte Tabor y b) la oración en el huerto de los Olivos-, sino que también formó parte del grupo restringido que fue testigo de su último milagro, su aparición ya resucitado a orillas del lago de Tiberíades.
Según el libro de los Hechos de los Apóstoles, Pentecostés encontró a Santiago en espera orante, siempre como uno de los máximos referentes de la primera comunidad cristiana, junto con Simón Pedro y Juan. Murió a manos de Herodes Agripa I en Jerusalén entre los años 41 y 44 de nuestra era. Es el patrono de España

Tras la muerte de Cristo, Santiago, apasionado e impetuoso, formó parte del grupo inicial de la Iglesia primitiva de Jerusalén y, en su labor evangelizadora, se le adjudicó, según las tradiciones medievales, el territorio peninsular español, concretamente la región del noroeste, conocida entonces como Gallaecia. Algunas teorías apuntan a que el actual patrón de España llegó a las tierras del norte por la deshabitada costa de Portugal. Otras, sin embargo, dibujan su camino por el valle del Ebro y la vía romana cantábrica e incluso las hay que aseguran que Santiago llegó a la Península por la actual Cartagena, desde donde enfiló su viaje hasta la esquina occidental del mapa.
   Según una tradición medieval, tras Pentecostés (hacia 33 d. C.), cuando los apóstoles son enviados a la predicación, Santiago habría cruzado el mar Mediterráneo y desembarcado para predicar el Evangelio en la Hispania (actuales España y Portugal). Según unos relatos, su prédica habría comenzado en la Gallaecia, a la que habría llegado tras pasar las Columnas de Hércules. Según el escritor gaditano Fray Gerónimo de la Concepción, Santiago fue quien consagró el Templo de Hércules a San Pedro (en el islote Sancti Petri). Siguió bordeando la Bética y la deshabitada costa de Portugal; otras tradiciones afirman su llegada a Tarraco y su viaje por el valle del Ebro, hasta entroncar con la vía romana que recorría las estribaciones de la Cordillera Cantábrica y terminaba en la actual La Coruña. Una tercera versión postula su llegada a Carthago Nova (actual Cartagena, por el barrio de Santa Lucía), de donde partiría hacia el norte. Esta tradición hace de Santiago el santo patrón protector de España.

En cualquier caso, la tradición de la evangelización por el Apóstol Santiago indica que este hizo algunos discípulos, y siete de ellos fueron los que continuaron la tarea evangelizadora una vez que Santiago regresó a Jerusalén. Para ello fueron a Roma y fueron ordenados obispos por San Pedro. Son los siete Varones apostólicos. La tradición de los Varones Apostólicos los sitúa junto a Santiago en Zaragoza cuando la Virgen María se apareció en un pilar.
De acuerdo a la tradición cristiana, hacia el año 40, el 2 de enero, la Virgen María se apareció a Santiago el Mayor en Caesaraugusta. María llegó a Zaragoza «en carne mortal» —mucho antes de su asunción— y como testimonio de su visita habría dejado una columna de jaspe conocida popularmente como «el Pilar». Se cuenta que Santiago y los siete primeros convertidos de la ciudad edificaron una primitiva capilla de adobe en la vera del Ebro.
Tradicionalmente, se ha afirmado que los restos hallados en Santiago de Compostela a principios del siglo IX correspondían al apóstol Santiago, pero la falta de un análisis directo de dichos restos, permite suponer que pueden ser los restos del obispo Prisciliano, o de otra persona importante del período romano. No obstante, el papa León XIII, en 1884, en forma de Bula Papal reafirmó la pertenencia de los restos al apóstol, tras mandar analizar los restos conservados dentro de la tumba.
  Santiago habría hecho todo el viaje de vuelta desde España hasta Jerusalén para encontrar a María, madre de Jesús de Nazaret (ya que ella seguía allí, en la capital de Judea) hallando la muerte ante Herodes Agripa en el martirio. La leyenda se cierra con que dos de sus discípulos, Atanasio y Teodoro, habrían llevado su cuerpo (conservado de alguna manera) por el mar Mediterráneo en una mítica embarcación de piedra y habrían costeado el Atlántico nuevamente hasta Galicia, donde lo habrían enterrado justamente en Iria Flavia, donde el obispo Teodomiro lo halló en el siglo IX. La tradición que sitúa a Santiago el Mayor fuera de Jerusalén, poco antes de su martirio, la recogen diversos apócrifos neotestamentarios (El libro de la Dormición de María, etc.), todos ellos anteriores al "descubrimiento" de la Tumba del Apóstol. Según estos relatos, cuando María ve cerca su muerte, recibe la visita de Jesucristo resucitado. Ella le pide estar rodeada por los apóstoles en el día de su muerte, pero todos ellos están dispersos por el mundo. Jesucristo le concede su deseo y permite que sea la misma María, por medio de aparición milagrosa, quien avise a sus discípulos. La aparición de María a Santiago se habría producido sobre un pilar en Caesaraugusta (actual Zaragoza), columna que se sigue venerando en la Basílica de Nuestra Señora del Pilar, en la capital aragonesa.
                                                Camino de Santiago

lunes, 22 de julio de 2019

CONOCIENDO A NUESTROS SANTOS: SANTA MARÍA MAGDALENA (22 julio 2019)


   Los datos que nos ofrecen los evangelios sobre María Magdalena son escuetos. Lc 8,2 nos informa que entre las mujeres que seguían a Jesús y le asistían con sus bienes estaba María Magdalena, es decir, una mujer llamada María, que era oriunda de Migdal Nunayah, en griego Tariquea, una pequeña población junto al lago de Galilea, a 5,5 km al norte de Tiberias. De ella Jesús había expulsado siete demonios (Lc 8,2; Mc 16,9), que es lo mismo que decir “todos los demonios”. La expresión puede entenderse como una posesión diabólica, pero también como una enfermedad del cuerpo o del espíritu.
Los evangelios sinópticos la mencionan como la primera de un grupo de mujeres que contemplaron de lejos la crucifixión de Jesús (Mc 15,40-41 y par.) y que se quedaron sentadas frente al sepulcro (Mt 27,61) mientras sepultaban a Jesús (Mc 15,47). Señalan que en la madrugada del día después del sábado María Magdalena y otras mujeres volvieron al sepulcro a ungir el cuerpo con los aromas que habían comprado (Mc 16,1-7 y par); entonces un ángel les comunica que Jesús ha resucitado y les encarga ir a comunicarlo a los discípulos (cf. Mc 16,1-7 y par).
San Juan presenta los mismos datos con pequeñas variantes. María Magdalena está junto a la Virgen María al pie de la cruz (Jn 19,25). Después del sábado, cuando todavía era de noche se acerca al sepulcro, ve la losa quitada y avisa a Pedro, pensando que alguien había robado el cuerpo de Jesús (Jn 20,1-2). De vuelta al sepulcro se queda llorando y se encuentra con Jesús resucitado, quien le encarga anunciar a los discípulos su vuelta al Padre (Jn 20,11-18). Esa es su gloria. Por eso, la tradición de la Iglesia la ha llamado en Oriente “isapóstolos” (igual que un apóstol) y en Occidente “apostola apostolorum” (apóstol de apóstoles). En Oriente hay una tradición que dice que fue enterrada en Éfeso y que sus reliquias fueron llevadas a Constantinopla en el siglo IX.

María Magdalena y la confusión con otras mujeres de los evangelios
  María Magdalena ha sido identificada a menudo con otras mujeres que aparecen en los evangelios. A partir de los siglos VI y VII, en la Iglesia Latina se tendió a identificar a María Magdalena con la mujer pecadora que, en Galilea, en casa de Simón el fariseo, ungió los pies de Jesús con sus lágrimas (Lc 7,36-50).
Por otra parte, algunos Padres y escritores eclesiásticos, armonizando los evangelios, habían identificado ya a esta mujer pecadora con María, la hermana de Lázaro, que, en Betania, unge con un perfume la cabeza de Jesús (Jn 12,1-11; Mateo y Marcos, en el pasaje paralelo no dan el nombre de María, sino que dicen que fue una mujer y que la unción ocurrió en casa de Simón el leproso: Mt 26,6-13 y par.).
Como consecuencia, debido en buena parte a San Gregorio Magno, en Occidente se extendió la idea de que las tres mujeres eran la misma persona. Sin embargo, los datos evangélicos no sugieren que haya que identificar a María Magdalena con María, la que le unge a Jesús en Betania, pues parece que ésta es la hermana de Lázaro (Jn 12,2-3).
Tampoco permiten deducir que sea la misma que la pecadora que según Lc 7,36-49 ungió a Jesús, aunque la identificación es comprensible por el hecho de que San Lucas, inmediatamente después del relato en que Jesús perdona a esta mujer, señala que le asistían algunas mujeres, entre ellas María Magdalena, de la que había expulsado siete demonios (Lc 8,2). Además, Jesús alaba el amor de la mujer pecadora: “Le son perdonados sus muchos pecados, porque ha amado mucho” (Lc 7,47) y también se descubre un gran amor en el encuentro de María con Jesús después de la resurrección (Jn 20,14-18). En todo caso, aun cuando se tratara de la misma mujer, su pasado pecador no es un desdoro. Pedro fue infiel a Jesús y Pablo un perseguidor de los cristianos. Su grandeza no está en su impecabilidad sino en su amor.

María Magdalena, la Iglesia primitiva y las sectas gnósticas
Por su papel de relieve en el evangelio fue una figura que recibió especial atención en algunos grupos marginales de la primitiva Iglesia. Son fundamentalmente sectas gnósticas, cuyos escritos recogen revelaciones secretas de Jesús después de la resurrección y recurren a la figura de María para trasmitir sus ideas. Son relatos que no tienen fundamento histórico. Padres de la Iglesia, escritores eclesiásticos y otras obras destacan el papel de María como discípula del Señor y proclamadora del Evangelio.
A partir del siglo X surgieron narraciones ficticias que ensalzaban su persona y que se difundieron sobre todo por Francia. Allí nace la leyenda que no tiene ningún fundamento histórico de que la Magdalena, Lázaro y algunos más, cuando se inició la persecución contra los cristianos, fueron de Jerusalén a Marsella y evangelizaron la Provenza. Conforme a esta leyenda, María murió en Aix-en- Provence o Saint Maximin y sus reliquias fueron llevadas a Vézelay.
Bibliografía
V. Saxer, Maria Maddalena, en Biblioteca Sanctorum VIII, Roma 1966, 1078-1104;
M. Frenschkowski, “Maria Magdalena”, en Biographisch-Bibliographischen Kirchenlexikons.
      
                                  "Magdala: Arquitectura y Nuevos Proyectos"

                                                                      

sábado, 20 de julio de 2019

CONOCIENDO A NUESTROS SANTOS: SAN DANIEL PROFETA (21 julio 2019)

   Los datos acerca de este santo los sabemos por el Libro de Daniel, en la Santa Biblia. Daniel pertenecía a una familia importante de Jerusalen. Era muy inteligente y estudioso y de agradable presencia. Cuando el rey Nabucodonosor invadió Jerusalen se lo llevó prisionero a Babilonia junto con otros jóvenes. Al darse cuenta de las cualidades de este adolescente, Nabucodonosor lo hace instruir en todas las ciencias políticas y sociales de su país.
   Su principio de orar continuamente le llevó a tomar la firme determinación de seguir haciéndolo a pesar de la prohibición expresa del rey. Sus enemigos le acusaron de arrodillarse en la azotea de su casa para adorar y rezar a Dios. En castigo fue echado al foso donde había leones hambrientos. Pero Dios hizo el milagro de que los leones no lo atacaran, y esto hizo que el rey creyera en el verdadero Dios. 
Daniel se abstenía de tomar bebidas alcohólicas y de consumir alimentos prohibidos por la Ley de Moisés, y Dios lo bendijo concediéndole una inmensa sabiduría, con la cual logró escalar los más altos puestos de gobierno hasta llegar a ser primer ministro bajo los gobiernos de Nabucodonosor, Baltasar, Darío y Ciro. De hecho, a su gran sabiduría, a su habilidad para gobernar y a su santidad debe el hecho de que lograra conservar su cargo durante el reinado de cuatro reyes. 
   Daniel recibió de Dios la gracia de revelar sueños y visiones. Daniel fue un profeta tan estimado que pudo corregir a los mismos jefes de gobierno de su tiempo y sus correcciones fueron recibidas con buena voluntad. Ante el pueblo apareció siempre como un hombre iluminado por Dios y de una conducta ejemplar y como un creyente de una profunda piedad y devoción.
                                           La estatua de Nabucodonosor
                     

viernes, 19 de julio de 2019

CONOCIENDO A NUESTROS SANTOS: SAN ELIAS PROFETA (20 JULIO 2019)

   Elías, también conocido como Elijah fue un profeta hebreo que nació en Galaad en el IX antes de cristo. Su nombre proviene del hebreo y significa «Mi Dios es Yahvéh». Fue un conocido profeta del Antiguo Testamento, que dedicó su vida a convencer a los israelitas de que hay un solo Dios, Yahvéh, creador de cielos y tierra.
En tiempos de Elias, el pueblo estaba dividido en dos reinos: al norte el reino de Israel, con Samaria como su capital, y al sur el reino de Judá, que tenía como capital a Jerusalén. En Israel reinaba Acab, quien se casó con Jezabel, la hija del rey fenicio Itobaal de Sidón, lo cual trajo paz entre ambos reinos y la mejora de las relaciones comerciales.
   El rey Acab se dejaba dominar por su mujer, Jezabel, que era extranjera y buscaba imponer la religión de los falsos dioses (Baal) entre el pueblo. Jezabel que era una mujer sin escrúpulos, mando a asesinar a todos los sacerdotes y profetas del verdadero Dios (Yahvéh) para imponer a sus dioses. De hecho solo se salvaron aproximadamente cien, los cuales fueron escondidos en cavernas y alimentados por el mayordomo del rey, Abdias en los tiempos de máximo peligro. Abdias era un verdadero seguidor de Dios.
   Elías huyó al otro lado de Jordán, a su tierra natal para salvarse. Después se fue a Sarepta, una ciudad fenicia por mandato de Yahvéh, y allí permaneció durante un tiempo. Cuando Jezabel estaba convencida de que había acabado con la religión de Israel, apareció Elías y le anuncio que como castigo por su idolatría y haber abandonado la verdadera religión, caería sobre Samaria una sequía de 36 meses que traería el hambre y sed a toda la ciudad. En efecto no llovió durante tres años y Samaria sufrió el castigo de Dios: animales muertos, ninguna cosecha y hambre. Pero Dios le dijo a Elías que se fuera a vivir a una cueva que tenía una fuente de agua y durante ese tiempo fue alimentado por cuervos, los cuales le llevaban pan por la mañana y carne por la tarde. Una vez que la fuente de agua se secó Elías se fue a vivir a la ciudad extranjera de Sarepta nuevamente por órdenes del Señor. 
   Al llegar a la ciudad de Serepta encontró a una mujer cortando leña para cocinar y le dijo que le diera un pan y agua. La mujer le respondió que solo tenía un poquito de harina y aceite, para preparar un pan para ella y su hijo, y luego morirían de hambre. Elías le dijo a la mujer que le prepara un pan para él y ni la harina ni el aceite se le acabarían hasta que volviera a llover sobre la tierra. La mujer le preparó un pan y se cumplió lo que le había dicho, no falto ni la harina ni el aceite, por lo que la mujer pudo alimentar a su hijo y al profeta durante toda la sequía. Pero el muchacho posteriormente sufrió una grave enfermedad y murió. Elías se colocó junto al cadáver del niño y comenzó a rezar con toda su fe y para sorpresa de la mujer, Dios resucito al niño. Al ver que su hijo estaba vivo  le dijo a Elías «Ahora sé que eres un hombre de Dios y que en verdad Yahvé habla por tus labios».
  Pero el rey Acab encontró a Elías y le acusó de ser la ruina de Israel. A lo que Elias contesto que no había sido él, sino el mismo rey su esposa y toda su familia, quienes abandonaron a Yahvéh que es el verdadero Dios y sus leyes, para servir a los falsos dioses. Elías hizo que el rey convocara al monte Carmelo a todo el pueblo de Israel y a los cuatrocientos cincuenta profetas del falso Dios Baal que estaban con Jezabel. Les propuso que mataran y despedazaran dos novillos y los colocaran sobre la leña sin prenderla. Les dijo que eligieran uno y que invocaran a su Dios para que prendiera el fuego, mientras que el invocaría a Yahvé. Entonces el dios que respondiera al fuego sería considerado el verdadero Dios. Todo el pueblo estuvo de acuerdo.
Desde la mañana hasta el mediodía los profetas de Jezabel invocaron a Baal, pero no pasó nada. Entonces Elías cavó una zanja alrededor del altar del novillo y lo coloco sobre la leña; lleno la zanja de agua y oró “Yahvé, Dios de Abraham, Isaac e Israel; sépase hoy que tú eres el Dios de Israel, y yo tu siervo, que por tu orden he hecho esto. Respóndeme, Yahvé; respóndeme”. Fue entonces cuando cayó el fuego de Yahvéh, quemo completamente el altar de la presa, desapareció la leña y seco el agua de la zanja. Los profetas del falso dios Baal fueron llevados al torrente Cisón, donde los mataron, ninguno pudo escapar.
Jezabel al enterarse de lo que había hecho Elías con los profetas, llena de ira lo mando a asesinar. Elias tuvo que huir al desierto para salvar su vida y camino durante 40 días y 40 noches hasta que llego al monte Horeb. Fue ahí donde entro a una cueva a pasar la noche.
Tiempo despues  Elías nombro a Eliseo como su sucesor, y al poco tiempo fue avisado por Dios de que iría al cielo. Elias y Eliseo caminaban juntos por al ríos Jordan cuando apareció un carro con caballos de fuego y los separó. Elías subió en un torbellino al cielo. Al llegar al cielo todo su espíritu le fue entregado y desde ese momento comenzó a hacer milagros.
San Elías fue y es uno de los santos más venerados desde la antigüedad, por ser un profeta que se encargó de defender a Dios (Yahvéh) sobre todas las cosas. Dedico su vida al señor y a hacer que las personas que dudaban de su divinidad se dieran cuenta de que él era el único y verdadero Dios y no creyeran en dioses falsos. 
A pesar de que los carmelitas no consideran a Elías como el fundador de la orden, son los únicos en la iglesia católica que mantienen en la actualidad una gran devoción a esta figura del Antiguo Testamento.
                                               Elias el Profeta de Fuego

domingo, 7 de julio de 2019

CLOENDA XII ENCONTRE DE L´AGRUPACIO DE GERMANDATS I CONFRARIES DEL SANT SEPULCRE: XÀTIVA (7 juliol 2019)

     Este diumenge dia 7 de juliol ha tengut lloc la Cloenda del XII Encontre de l´Agrupació de Germandats i Confraries del Sant Sepulcre de la Comunitat Valenciana en Xàtiva. Per aquest motiu un grup de membres de la nostra Confraria ens hem desplaÇat a esta ciutat i hem participar en el conjunt d´actes que els nostres germans de la Confraria del Sant Sepulcre de Xàtiva han organitzat per a l´ocassió.
Amb motiu de esta Cloenda ens ha acompanyat a Xàtiva el regidor de Festes i Memòria Històrica de Carcaixent Raimón Marí Jordán, el qual ha pogut conèixer de primera mà als membres integrants de la nostra Agrupació, com som i que ens mou al món confrare.
A les 9:00 ens hem concentrat en la Ciutat de l´Esport (Les Pereres) per a traslladar-nos amb un trenet al Castell de Xàtiva on hem pogut visitar el castell i hem pogut gaudir també de les millors vistes de la ciutat de Xàtiva. 

Després de la visita al Castell i una vegada acabada la reunió de la Cloenda per part dels presidents i vocals de l´Agrupació, hem baixat a l´Esglèsia de Sant Josep per a participar en una Santa Missa.
Desprès de la Missa el trenet ens ha conduït a la Sala Lluna Events on ha tengut lloc un dinar de confraternitat. 
Abans de començar la nova Junta Directiva de l´Agrupació ha tengut unes paraules de agraïment i de reconeixement per a tots els components de la Junta Directiva eixint (el nostre Vicepresident Javier Albelda Escandell del Sant Sepulcre de Carcaixent, Jose Mª Palop del Sant Sepulcre de Torrent i Manuel José Martinez del Sant Sepulcre de Alboraia).
La Tresorera, la Presidenta i el Secretari de la actual Agrupació amb els homenatjats
Al finalitzar este event ha tengut lloc també el relleu de la Seu del proper XIII Encontre de Sant Sepulcre que tindrà lloc en Sueca en 2019. 
¡Donem la enhorabona als nostres amics i germans de la Germandat del Sant Sepulcre de Xàtiva per l´organització d´aquest event i es desitjem el millor també als nostres germans de Sueca¡.